En estas páginas quiero brindar un homenaje a los hombres que, generalmente contra su voluntad, debieron luchar contra los indios, víctimas también de una cultura que no toleraba la existencia de otros modos de vida.
También es cierto que los pampas, como se los solía llamar, hallaban muy conveniente robar el ganado vacuno, que era trasladado a Chile para su venta. No es fácil determinar con justicia si eran víctimas o victimarios, pues si bien ellos fueron los primeros habitantes de estas tierras, quienes sufrían sus depredaciones eran simples colonos que intentaban hacer florecer la tierra.
De todas maneras es una realidad que no podemos soslayar, y en estos cuentos y anécdotas se puede ver de qué manera, con el sacrificio de hombres de uno y otro lado, como sucede en todas las guerras, se extendieron las fronteras del país.
Aquí van una serie de relatos del Comandante Prado, basados sobre hechos verídicos ocurridos durante la época de los fortines.